Mitigar el Estrés Térmico con la Alimentación

Posteado el 09/05/2018

El estrés calórico es uno de los problemas más preocupantes que enfrenta hoy la producción pecuaria en el mundo. En primer lugar, porque gran parte de la ganadería se desarrolla en áreas tropicales y subtropicales, donde es una actividad económica clave; en segundo lugar, porque las condiciones climáticas previstas para esas regiones a mediano plazo son muy adversas.

Lance Baumgard, profesor de la Iowa State University (EEUU), manifiesta que “El estrés por calor es un problema económico grave para los productores y para los países. Este es un estrés que disminuye marcadamente las tasas de crecimiento, por lo cual todos los parámetros de importancia económica para el productor decrecen. Es clave reducir el estrés calórico durante el verano, ya sea a través de instalaciones, de aumentar el área sombreada o de la dieta”.

El investigador explicó que los animales cambian su comportamiento para tolerar el estrés térmico y que, al mismo tiempo, experimentan cambios en su metabolismo. Cuando la temperatura ambiental es elevada, el ganado comienza a transpirar, que es su mecanismo natural para mantenerse fresco. Pero la transpiración excesiva produce pérdidas sensibles de potasio, un elemento que le permite regular las pérdidas de agua. Por eso, las dietas ricas en potasio permiten que los animales transpiren normalmente y se mantengan frescos en períodos de altas temperaturas”.

Por otra parte, el científico se refirió a otro elemento clave para contrarrestar las consecuencias de las altas temperaturas: el zinc. “Este nutriente es esencial para el funcionamiento normal de los intestinos de los animales. El estrés por calor durante el verano hace que el tracto intestinal sea más permeable a sustancias tóxicas y que se produzcan inflamaciones y otros trastornos asociados.

Fuente: Perulactea

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